En nuestra sesión de este mes,
hemos tratado el papel de los dispositivos electrónicos en nuestra vida y el uso que hacemos de ellos. Es evidente que nos
facilitan enormemente la vida, pero al mismo tiempo debemos reflexionar sobre
el lugar que ocupan en nuestra familia.
¿Qué ven y a qué juegan nuestros
hijos? Si establecemos con ellos un diálogo de confianza y les contamos los
peligros a los que están expuestos, es posible que puedan comunicarnos las
páginas que visitan, los contenidos que ven y a los youtubers que siguen.
Actualmente la mayoría de los
juegos suelen ser adictivos e
inmediatos, anulando en nuestros hijos la capacidad de reflexión y dificultando
su entrenamiento en la espera y la paciencia. Establezcamos con ellos un
horario de juego que les sirva como refuerzo a una tarea realizada.
Es recomendable que acordemos
momentos y lugares en los que ningún
miembro de la familia utilice pantallas
o tecnología, aplicable a las horas de las comidas, en el dormitorio por la noche,
en las actividades que se realicen juntos… De esta forma evitaremos que
interfieran en nuestra relación familiar. A veces hacemos un mal uso de la
tecnología cuando robamos tiempo a actividades como pasar tiempo con la familia
o con los amigos.
Debemos evitar conectarnos a más
de un dispositivo a la vez, así favoreceremos la concentración y evitaremos la
sobreestimulación. También haremos lo posible para prevenir la fatiga visual:
teniendo una buena iluminación, realizando descansos, ajustando adecuadamente
el brillo y el contraste, y no utilizándolos cuando estemos demasiado cansados.
Sobre todo que nuestros hijos nos
vean hacer un uso responsable de las pantallas. Nuestro ejemplo es muy importante
para que ellos aprendan y será muy positivo que nos vean leer, escuchar música,
hacer deporte, jugar con ellos, ir al cine, etc.
Agradecemos mucho vuestra
asistencia y participación, fue muy enriquecedor comprobar como os implicáis en
mejorar vuestra labor educativa. ¡Muchas gracias!
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